Vagando por el bosque...

Sonrei.
- A mi tambien me encanta la musica, tengo una guitarra y compongo musica y letra, cuando estes en casa, espero k no te moleste - dije riendo

-¡¡La música no molesta!! Mm..bueno, salvo algunas canciones de jazz que parecen para suicidarse y algunas de heavy metal que chillan en vez de cantar-me reí al recordar cómo me ponía cada vez que mi madre adoptiva ponía heavy para tocarme la moral.

No pude estallar de la risa.
- Jajaja, tranquila, mi musica es normal, por decirlo de alguna forma- dije riendo

-Seguro que es preciosa, la música de guitarra me encanta, y por tu voz me imagino que cantarás muy bien...Yo no puedo cantar, sin darme cuenta en los sitios donde la gente sube el volúmen me pongo a aullar, me parece que soy demasiado loba...-otra vez me reí ante un recuerdo de cuando en casa cantábamos...

Me sonroje un poco cuando dijo lo de mi voz.
- Gracias.- dije sonriendo
Me rei por lo que dijo de los aullidos.
- Pues seguro que tus aullidos seran hermosos- dije sonriendo

-Si eres sorda, puede que te gusten-ay, siempre tenía que soltar alguna tontería, o si no, no me quedaba a gusto-De todos modos, gracias...Acabo de sentir impulsos de lamerte la cara, pero creo que es hora de ir controlando un poquito los gestos lupinos. Primer paso: Aprender a agadecer sin lamer la cara a nadie.

OFF: desaparezco 10 o 15 mins eh? chauuu ^^

Me rei por sus palabras.
- jajaj, trankila, no pasa nada- dije sonriendo.
- Yo estoy al reves, apenas me acuerdo de los comportamientos de un lobo, ni si quiera me acuerdo como era bajo la forma de loba, ace tanto ..- dije suspirando

Aquello me sorprendió.
-¿No? ¿Cuánto hace que no te transformas? Uff, yo no pudo estar sin mi forma de loba, si se pasa un día sin que me transforme igual me da un infarto...

Me rei.
- Pues llevo dos años sin transformarme- dije con una sonrisa

Shock.
Así fue como me quedé.
-Eh, mm, uuh...-me rendí al ver que no podía decir nada coherente.

Me fije en su cara, se le notaba muy impresionada, y no era capaz de decir algo.
- Lo se, es raro, pero no queria acer daño, asi llevo dos años intentando controlar al pequeño monstruo que llevo dentro-

Conseguí articular unas cuantas palabras.
-Pero si ser licántropo es lo mejor que hay, da la posibilidad de acercarse más a la naturaleza, ser libre, liberarse de la vida humana...

- Pero... ise daño, y no quiero volver a acerlo, por eso encerre a la loba que habia en mi-

Comrendí. A veces me costaba controlarme, me dejaba llevar demasiado rápido por la rabia...Me dieron ganas de agachar las orejas.
-Lo entiendo...Pero todo el mundo hace daño alguna vez, queriendo o sin querer, aunque no se dé cuenta...

- Tal vez iciese daño inconscientemente, pero ise demasiado daño como para perdonarme a mi misma-

-Está bien...-me encogí de hombros-Yo desde luego no dejaré mi parte lupina, es algo demasiado bueno para dejarlo escapar...

Le sonrei.
- Skaret... no se si querras contarlo, pero... por que te marchaste de Alaska??- le pregunte

Eran recuerdos dolorosos pero, ya que ella me había contado aquello, tenía el derecho de saber qué había pasado...
Suspiré.
-En Alaska, solía salir de paseo por el bosque con mi...padre, se podría decir. Ya me di cuenta de que mis padres estaban mayores, y por eso estaba ahorrando para irme. Pero un día, cuando salí con mi padre como todos los días, nos enfadamos por una estupidez. Yo me puse a temblar, siempre que me enfadaba me pasaba eso, pero aquella vez fue mas fuerte. No pude más, y me transformé en loba. Durante un minuto estuve aturdida, no sabía qué había pasado. Me giré a buscar a mi padre, que había desaparecido de mi campo de visión...-me paré para coger aire-Lo vi a unos cuantos metros. Estaba demasiado cerca cuando me trasnformé...A saber qué hice para enviarlo tan lejos. De repente algo me alcanzó desde la ceja hasta debajo del ojo derecho. Miré para ver el causante de aquella herida. Era otro lobo, que me había dado un zarpazo, pero conocía aquel olor...Era el de mi vecino. Su grupo de amigos y él eran los encargados de "proteger" el pueblo. Hasta entonces no comprendí qué peligros podía haber. Empecé a correr, y pronto dejé al lobo atrás, puesto que yo soy muy rápida. Decidí no volver allí. Estuve corriendo durante días y noches, y así empezó mi vida de nómada...
Me giré para contemplar cómo se había tomado la historia.

La mire.
- Lo siento mucho Skaret, pero... ese lobo que te ataco, era de la manada de tu pueblo, te iso eso para defender a tu padre pero... no se, tal vez deberias averte quedado con ellos, al fin y al cabo eras mas o menos de esa manada- dije pensativa
- Pero bueno, eso es desicion tuya, y si quisiste acer una vida nomada, pues ya esta, y me alegro un poco por que icieses eso, por k gracias a esa desicion te e conocido- dije con una sonrisa amable

Sonreí un poco.
-De todos modos algún día me tenía que ir, y aquel día me dio la razón perfecta para irme...No creo que si me hubiera quedado me habrían aceptado, a ese lobo lo vi con ganas de matar...

Me estremeci ante la imagen.
- Bueno, olvida eso, ahora me tienes ami como buena amiga y viviras conmigo- dije sonriendo

Le dediqué una media sonrisa.
-De verdad, me alegra mucho haberte conocido. ¿Y cuál es la casa en el sitio donde llamas La Push a la que le has echado el ojo?

- Pues la vi un poco despues de llegar, contacte con la dueña y dijo que tenia cuatro habiaciones, y sale barata, dice que ya no vive hay, pero la casa esta en perfecto estado- dije sonriendo

-Vaya, tengo ganas de verla...Oye, y ¿qué tal es la vida por aquí? ¿Hay gente maja y todo eso?-esperaba que todos fueran como ella, aunque sería dificil encontrar gente así.

- Se vive muy bien, y la gente es muy maja, ya conozco a unos pocos- dije sonriendo