Dando una vuelta

Di un paseo por la frontera entre la zona de los metamorfos y nuestra zona.
No pensaba pasarme para nada, ya que teníamos el tratado que no podíamos romper por nada del mundo a menos que uno de ellos nos invitara.
Paseaba tranquilamente cuando un olor me quemó la nariz, y fui hacia él por si era alguien conocido.
Entonces la vi allí, y camine hacia ella.

-Hola Leah, ¿estás bien?-la pregunté y la sonreí amablemente.

Leah y yo teníamos mas cosas en común de lo que creíamos, pero cuando me trajo a mi querida Judith vi que confiaba en mi, me alegré por ello. Se podría decir que podríamos llegar a ser amigas sin importar lo que fuéramos.

Fui a colocarme a su lado.

-Judith está genial, ahora está en casa descansando un poco y Alice está con ella. Yo salí de caza... ya sabes-dije mirando de frente-Y luego pensé en darme una vuelta. Luego olí a licántropo y vine a ver de quien se trataba.-dije esto último con mucha verdad, pues si fuera otro licántropo que no conociera, quizás no me hubiera acercado, pero al ser ella, sí.

-Últimamente por el bosque huelo muchos licántropos... han venido muchos no?-dije sorprendida.

Esperaba que esos nuevos licántropos no dieran problemas.

La miré y la sonreí.

-Si, ya sabes que nosotros somos pacíficos, no haríamos nada para que unos cachorritos nos atacasen o algo así-dije y la guiñé un ojo-pues si es verdad Leah, cada día mas vieja eh?-la dije para picarla sanamente y luego reí.

Luego un pensamiento me vino a la memoria, algo de lo que Carlisle nos había hablado sobre los licántropos. Tenía que preguntárselo a Leah, podía ser algo un poco raro, pero mejor prevenir antes de curar.

-Leah, una vez nos contó Carlisle hablando con uno de los vuestros cuando llegamos, que cada vampiro nuevo que venía a Forks, nacía otro licántropo, osea, que algo en su interior despertaba y se transformaban... los nuevos licántropos que hay aquí, no serán una advertencia de que van a venir muchos vampiros? Alice no me ha dicho nada que haya visto pero...-dije un poco preocupada.

La miré y la sonreí, pero no pude evitar preocuparme.
Tantos licántropos era tan extraño... tendía que hablar con Carlisle; además, temía por mi pequeña Judith.

-Por supuesto que los Cullen somos el mejor clan-dije llena de orgullo y la guiñé un ojo amistosamente.

-Lo único que temo de que vengan otros vampiros es que no sean como nosotros, me explico; que no sean vegetarianos, no todos los vampiros son como nosotros.-dije y miré al cielo-Tendríamos que cuidar de los humanos, cosa que no me agrada para nada, eso de ser niñera día y noche de todos en este pueblo-dije con mi tono de voz que solía tener todo.

Para nada me gustaban los humanos y su frialdad y falta de tacto, mas bien los quería tener todos lejos, pero claro, tampoco iba a dejar que acabaran con todo el pueblo, Carlisle y Esme por supuesto que no nos dejarían mirar a otro lado.

Sonreí por todo lo que había dicho, sin duda me estaba dando ánimos y eso me relajó bastante. Sabía que Jut con Leah y conmigo estaría bien a salvo y tranquila.
Miré hacia adelante y luego la volví a mirar con una mirada pillina.

-Por cierto Leah, he notado que ultimamente estás super contenta... mmmh-dije haciendo que pensaba piniendome un dedo en los labios-¿te ha sonreido el amor?